A veces se siente tan incompleta la palabra
amor, quiero decir, son dos palabras, tan cortas, tan sencillas, que luego de
ser pronunciadas mueren en los labios. No entiendo como estas palabras que
representan algo tan grande como todo lo que sientes por una persona puedan ser
tan chiquitas, tan efímeras. Y no me malentiendas, no es que no te ame, yo te
amo, te quiero, te adoro, te extraño y mucho más que todo eso, siento el
universo entero por ti, siento lo malo, siento lo bueno, siento los mares y los
bosques, siento los ruidos de los autos y las ciudades, siento todo, porque
todo lo que hay en el universo no es ni siquiera suficiente adjetivo para
expresar cuanto amor puedo sentir por ti. Tu presencia me hace sentir que todo
este tiempo antes de ti, yo estaba incompleta, estaba respirando a medias,
caminando a medias, besando a medias; porque ahora mi respirar depende de tu
respirar, mi caminar depende de si es tu mano la que me guía y mis besos
dependen de tus labios.
Y con este cigarro entre las manos, me pregunto, será verdad
que puedo ser mortal y amarte mas allá como si este amor fuera desde la
pequeñez del cigarro que me aleja del estrés a la una y veintiocho de la madrugada
mientras escribo sobre ti, hasta el tamaño del último planeta de este sistema
solar. ¿Cómo medirlo?, supongo que todo el mundo lleva la cuenta de su amor y
el tamaño del mismo, pero yo me he visto aterrada a la hora de no encontrarle
un fin, lo que siento por ti parece tener comienzo, pero el final, no lo veo, y aunque el final de nuestra
historia fuera hoy mismo, el final de este amor seguiría sin poderse encontrar,
porque confío plenamente en que ese final no existe.